Fez, a menudo considerada el corazón cultural y espiritual de Marruecos, es una ciudad donde la historia cobra vida. Su antigua medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las zonas peatonales más grandes del mundo, repleta de sinuosos callejones, animados zocos y monumentos históricos. La emblemática madraza Bou Inania y la Universidad Al-Qarawiyyin —la universidad en funcionamiento continuo más antigua del mundo— exhiben una impresionante arquitectura marroquí y siglos de tradición académica. Al recorrer el laberinto de calles, encontrará fragantes mercados de especias, vibrantes curtidurías y artesanos que practican oficios ancestrales.
Más allá de sus maravillas arquitectónicas, Fez es un lugar de profunda tradición y rica cultura. La curtiduría Chouara, con sus emblemáticas tinas de teñido, ofrece una visión única del proceso de fabricación del cuero, mientras que el Mellah (barrio judío) narra historias del diverso patrimonio de la ciudad. Cada esquina revela algo nuevo: patios escondidos, fuentes ornamentadas y animados cafés donde los lugareños se reúnen para tomar un té de menta. El ambiente conmovedor de Fez se complementa con el eco de la llamada a la oración sobre los tejados, lo que realza el encanto místico de la ciudad.
Para los viajeros que buscan auténticas experiencias marroquíes, Fez es un tesoro por descubrir. Piérdete en el laberinto de la medina, saborea deliciosos platos locales como la pastilla y la harira, o escápate a los serenos Jardines Jnan Sbil. Tanto si eres un apasionado de la historia, un amante de la gastronomía o un aventurero, Fez ofrece un viaje atemporal a través del vibrante pasado y presente de Marruecos: un lugar donde cada paso te hará sentir como si viajaras en el tiempo.